viernes, 17 de febrero de 2012

Ya no se hace gente como la de antes.

La raza humana se ha caracterizado a lo largo de toda su historia por su incansable falta de satisfacción personal. O bueno, a veces también por su desmesurado conformismo.
Tendemos a basar nuestras aspiraciones humanas en estereotipos que vemos en la sociedad, y si no los vemos, los creamos. La sociedad crea y nosotros recibimos con los brazos abiertos. Es curioso, pero de un tiempo aquí, pongamosle un trío de siglos, la humanidad ha pasado de ser un ser social, a ser un ser asociado. La dignidad e integridad de la persona se ha visto enrocada por la supremacía de la entidad metafísica que es la Sociedad. De ahí que todo esté previamente establecido por quien mueva los hilos y que todos tengamos nuestro puesto y lugar en este mundo mecánico. Y lo peor de todo es que tener un puesto en este trabajo no significa ser irreemplazable, de hecho cada vez más , debido a que nos deshumanizamos los unos a los otros, el ser humano se está convirtiendo en un ser totalmente reemplazable. El que no consigue lo mismo que tú por maña lo consigue por fuerza, y si no, se le forma hasta que lo consiga. Incluso aunque nuestras características físicas sean obviamente diferentes, demos gracias a la maravillosa genética, nos empeñamos en parecernos más los unos a los otros.

Realmente, desde hace un tiempo, los hommos hemos ido creando nuestro propio "opio para el pueblo", que lejos de la Iglesia que decía Marx, son los prejuicios, los convencionalismos y el dichoso dinero. Únicamente basamos nuestra gratificación personal en estar acorde físicamente a las convenciones sociales, en evitar actos que nos procuren etiquetas prejuzgadas y en ser lo más asquerosamente ricos. Creamos entre todos una sociedad que es un lobo para el hombre y que, lejos de ayudar a que todos convivamos y generemos un estado de bienestar, lo que hace es oprimir al falto de espíritu y personalidad y embriagar al que se cree intocable. Pobres son los que están faltos de dinero, los que no tienen una vivienda digna ni un mendrugo de pan que llevarse cada día a la boca. Pero pobres son también todos aquellos dibujos animados de la sociedad que buscan incansablemente un aspecto que roce lo convencionalmente correcto, creyendo que así serán más felices. ¡Y qué bonita es la variedad digo yo! Pero somos tan insatisfechos, tan inconformistas y tan catastrofistas, que realmente todo lo que tenga que ver con nosotros tiene más connotaciones negativas que la palabra "guerra". Somos como esas personas mayores que se concentran en la sala de espera del ambulatorio cada tarde y pelean entre ellas para saber cuál es la que está peor de todas. Desaprovechamos lo que está dentro de cada uno de nosotros porque este reloj social mantiene oculta a la persona que habita detrás de cada estereotipo. Somos eufemismos de nosotros mismos. Nos han hecho así.

Hoy en día, desde un tiempo hasta ahora, es inevitable cruzarse por la calle con autómatas que llevan etiquetas "made in". La gente de verdad se pierde con el tiempo. La esencia de la historia y de la intrahistoria la guarda la Sociedad y se perfuma con ella en su nube, mientras se ríe de nosotros, proletarios.
Desgraciadamente, ya no se hace gente como la de antes.

8 comentarios:

  1. Cuanta razón pueden llegar a tener tus palabras cesar... Has llenado el texto de metaforas cargadas de razón.Y todas ellas hacen en su conjunto un texto, como todos los que haces, maravilloso, increible, perfecto...
    A pesar de todo ello no estoy de acuerdo con tu frase que dice "La gente de verdad se pirde con el tiempo" yo se de una persona que es de verdad y lo seguira siendo en el tiempo y eses eres tu, tu eres el unico capaz de decir la verdad sin tapujos escribiendola en una hoja de word...
    Tu voz y tus palabras no se perderan en el tiempo.

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    1. Me parece genial, incluso me halaga, que me consideres gente de verdad. Yo simplemente soy un falso testimonio de lo que mi cabeza piensa. La verdadera realidad que hay en mí está debajo de todo este saco de piel, grasa y huesos que soy. La verdad se encuentra cuando todos morimos y nuestro cuerpo se pudre y desaparece. Soy otro elemento, otro eufemismo, otro estereotipo de la sociedad, o por lo menos así creo que soy. Por eso, que me consideres gente de verdad me halaga.
      Me encanta que me leas y continúes pasándote por mi blog :)
      Muuchos besos!

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  2. Chapó. No quiero ponerte nada más que lo que tú me comentaste a mí, pero lo mío creo que tiene más verdad que tu comentario en mi texto. Sin palabras.
    Me quedo con una frase que me ha hecho pensar excesivamente: "Somos eufemismos de nosotros mismos. Nos han hecho así."
    Gracias, de verdad, gracias por esto.

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    1. Gracias a ti por leerme David y por dedicar un poco de tu tiempo en leer lo que escribo. Eres siempre bienvenido por estos lares.

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  3. Aristóteles, Hobbes y Marx así como quien no quiere la cosa...Me encanta.

    Yo me quedo con la idea de que "El hombre es un lobo para el hombre." Después de eso poco hay que decir. Sin embargo, tú lo has dicho maravillosamente, como siempre.

    Las diferencias se ven anuladas por una capa de chapa y pintura que nos hace a todos todo más fácil. La pregunta es: ¿Queremos lo fácil o lo real?

    Gracias, gracias, gracias por hacerme pensar y pensar. Siempre releo tus posts varias veces. No porque no los entiendas sino para recrearme en cada idea.

    Un besote.

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    1. Tus comentarios son tan fascinantes como inquietantes. No quiero decir que siempre espero uno de esas críticas tuyas cuando publico, para que no te sientas obligada a comentarme siempre Bego, pero la verdad es que cuando leo que me comentas, me recorre un no sé qué, que qué sé yo. Además, me hacen pensar con las preguntas que de vez en cuando lanzas al aire, lo cual los hace aún más interesantes.
      Espero que nunca dejes de leerme Bego.
      Un besazo.

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  4. Halaaaa!!! Pero qué bonito lo que me pones! Te lo agradezco un montón. Yo soy feliz leyéndote porque lo que leo no me dura solo el tiempo de lectura, el cual disfruto intensamente, sino que deja un poso en mi coco que me hace no pasar cosas por alto en las que a veces no pienso.
    Siempre estoy deseosa de que publiques así que, el placer es mutuo. Al final, curiosamente, uno conoce lo más profundo de los demás, y quizá de uno mismo, leyendo y escribiendo.
    Por cierto, he optado por firmarte. Total, sabes quién soy de igual modo...
    Un besazo muy fuerte también para ti.

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  5. Donde te has metido mi querido Cesar... Necesito de tus palabras =(

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