Hoy la luna llora
con ojo solitario.
Se nos olvidó
llamarla a principios de Mayo.
Se nos fue de
las manos sin apenas notarlo,
se nos olvidó
quererla antes de quitarnos el sayo.
Hoy la luna
siente con dos dedos de frente,
y aun
sabiendo que no volverás esta noche,
conocemos los
dos tu nombre, fantoche,
que nos
dejaste el alma en un relicario,
y te fuiste
sin decir adiós con el viejo diablo.
Y cuando la
luna y yo más tristes estamos
vuelves esta noche impía quimera
a recordarnos
un tren del que fuiste pasajera,
a recordarnos un tiempo que apenas borramos.
Me haces navegar por mares estancados
de besos, caricias, noches en tu cama,
noches de lujuria y cuerpos enredados,
que emergen en mi memoria condenada
como recuerdos amargos
como recuerdos olvidados.
Y sin
premeditar palabra o acto
lanzas tus memorias envenenadas como dardos
que me destrozan
el alma con cada impacto,
que me destrozo
el alma con cada llanto.
Y esta noche
la luna y yo lloraremos juntos.
Abriste el
cajón de los viejos difuntos,
trajiste de
nuevo a mi infeliz mundo
días de luz y tardes de viento sin rumbo.
Y hoy, este
cielo de luna apagada
sufre , quimera,
fantoche, pasajera,
el deshacer del
último de sus nudos
que creó con
tu antología, filibustera,
de camas,
cuerpos, y besos mudos.
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