domingo, 29 de enero de 2012

Un recuerdo agrio


Hoy la luna llora con ojo solitario.
Se nos olvidó llamarla a principios de Mayo.
Se nos fue de las manos sin apenas notarlo,
se nos olvidó quererla antes de quitarnos el sayo.
Hoy la luna siente con dos dedos de frente,
y aun sabiendo que no volverás esta noche,
conocemos los dos tu nombre, fantoche,
que nos dejaste el alma en un relicario,
y te fuiste sin decir adiós con el viejo diablo.
Y cuando la luna y yo  más tristes estamos
vuelves esta noche impía quimera
a recordarnos un tren del que fuiste pasajera,
a recordarnos  un tiempo que apenas borramos.
Me haces navegar por mares estancados
de besos, caricias, noches en tu cama,
noches de lujuria y cuerpos enredados,
que emergen en mi memoria condenada
como recuerdos amargos
como recuerdos olvidados.
Y sin premeditar palabra o acto
lanzas tus memorias envenenadas como dardos
que me destrozan el alma con cada impacto,
que me destrozo  el alma con cada llanto.
Y esta noche la luna y yo lloraremos juntos.
Abriste el cajón de los viejos difuntos,
trajiste de nuevo a mi infeliz mundo
días  de luz y tardes de viento sin rumbo.
Y hoy, este cielo de luna apagada
sufre , quimera, fantoche, pasajera,
el deshacer del último de sus nudos
que creó con tu antología, filibustera,
de camas, cuerpos, y besos mudos.

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