Vuelvo a la calle, a deambular sin sentido sintiendo lo ocurrido, está bien, lo volveré a hacer, soy un gato sin zarpa, con botas, sin plata, con tiempo suficiente para mirar atrás y sentir que he perdido ¿o he ganado? ni lo sé ni me importa, valiente ignorante el que se enfrentó al destino y creyó ver su futuro a través de una copa de vino, y se fue. Y tú en la dirección contraria me atacas con tu música, tu extraña melodía funeraria que me devuelve a la tierra y trae los fantasmas que no se incineran, que arden pero no se queman, los muertos andantes, ratones sin cola que mueven flechas enredadas y móviles hasta altas horas. Las doce, la una, las dos... y revivir con otras lo contigo revivido, y resucitar al tercer día de entre mí, muerto, y encontrarte despierta, a mi lado, con los labios preparados para descubrirme, un comienzo que me llama por dentro, me aclama en vítores mudos, en gargantas con nudos, entre piernas, desnudos, vacíos, sueños impuros...
Y recorrer con mis dedos tu edén, tu cuerpo, mi paraíso, la cita de mis dedos y tus muslos, de mis caricias, tus sonrisas, tus sueños cumplidos, mis deseos más oscuros, mi adolescencia perdida que se encuentra con una mirada fortuita, tuya, que al descuido, perdió el tren y se encontró conmigo, una mirada que no despedía y una palabra de amor que me devolvía al mundo, al suelo, a mi cama, a ti.
Y vivir lejos del rincón de la ropa, maldito, escuchando tu voz, sin eco, en mi oído, que tan de cerca me embelesa, condescendiente, y se apodera de mi cuerpo, inocente, y mi vida. Y perdernos, lejos, cerca, aquí, ahora, sin tiempo que nos detenga, sin copas, sin sombreros, sin ataduras, sin ropa, al descubierto, ¿por ti?, con el alma rota, vivo, y muero. Hasta me abrigo con despojos, incluso pierdo el sentido, me desvío cuerdo, me ato a lo equívoco, me mudo al lado frío del colchón con tal de susurrarte que no desaparezcas, que me muero por amor, que por amor vivo, que por ti vivo, amor, tú, yo, mi nicho bendito y que venga Dios y nos consagre que no quiero futuro que me ate que no sea contigo, que este amor derrocha sangre, mi reina sin celos, mi princesa en el cielo, mi destino, el sino que he decidido, el que he querido, el que quiero vivir, el que necesito, que te necesito, el que busco, que te busco, el que no hace daño, el que no muere con los años...
Vuelve que me inquieto, vuelve, que te extraño.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar